martes, 3 de abril de 2012

Senos Marca Poly Implant Prothese.




Día a día, hemos visto que la vanidad tanto de mujeres como de  hombres se ha desbordado hasta extremos impensables, que incluso antentan contra su propia integridad física.
Falsedad tras un Escote
En la actualidad tanto niñas como mujeres quieren elevar su autoestima a niveles que la sociedad no entiende; situación que compañías  de cirugías plásticas e implantes saben aprovechar. Este es el caso de la compañía Francesa Poly Implant Prothese, fundada por Jean-Claude Mas, que por mucho tiempo distribuyó a nivel mundial la solución para aquellas que mujeres sentían una enorme desazón. "La naturaleza no les había proporcionado las curvas que ellas anhelaban y se sentían incompletas. Su femineidad estaba en duda, a su parecer, por la ausencia de unos pechos prominentes o de una forma idónea y esto las hacía sentirse inseguras día y noche. Tal es el caso de Rosa Gómez, de 35 años que tras muchas incertidumbres decidó dar el paso y deseosa de acabar con una de sus preocupaciones cotidianas, se sometió a una cirugía de aumento mamario". Lo que no sabía Rosa es que se estaba jugando su integridad; y por supuesto las causas de dicha decisión no se hicieron esperar, pues cuenta ella que al poco tiempo se realizó una revisión y le dijeron que tenía una de las prótesis rota. Ella realizó el respectivo reclamo en la clínica pero allí se negaron a aceptar cualquier culpabilidad.
Tenía una prótesis PIP, la cual fue analizada en en laboratorio para conocer sus componentes y la sorpresa fue aterradora pues estaba compuesta por mezcla de productos encargados a grandes grupos de química industrial que nunca se sometieron a pruebas clínicas para evaluar su posibles daños para el el ser humano. Uno de los ingredientes encontrados fue aditivo para carburantes -denominado Baysilone y dos componentes usados en la industria del caucho Silopren y Rhodorsi; a los cuales se les atribuye la ruptura de los implantes NO aptos para el organismo.
Sin lugar a duda este caso es aberrante pues la compañía PIP, sobrepasó los límites ya que violó la ética y la moral, no le importó arriesgar la vida de muchas personas. Hoy esta trata de evadir responsabilidades y no obstante pordría decir que sus clientes la usaron bajo su responsabilidad.
PIP, quiso forjar el mercado, quiso competir en un mercado que ahora le cobra su falta de visíon, situación de la cual jamás podra reponerse así lleve al mercado un producto con visto bueno del ministerio de la salud, pues en la mente de muchos quedará grabado este mal ejercicio en el mercado de los implantes mamarios.
Así mismo las mujeres aprenderan una lección de vida, la cuál imparte que la vanidad es una ruleta, donde a la suerte queda echada hasta la propia vida.

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