Uno de los aspectos más importantes de la globalización para los países latinoamericanos son los acuerdos económicos o tratados de libre comercio (TLC); donde los nuevos escenarios son los países de esta región que buscan un salida al mundo y mostrar grandes potenciales que hasta ahora son desconocidos.
Los recursos y los productos de ésta región son tan diversos y variados que su venta al resto del mundo traería el desarrollo de la región por completo.
En el caso colombiano, tenemos una esperanza y con el TLC firmado con los Estados Unidos, uno de los acuerdos más ambicioso de los que sean firmado hasta el momento. El cual fue una realidad a partir del 15 de mayo del año pasado, con una perspectiva del crecimiento económico del país, que tendrá un auge que conlleve al fortalecimiento de las oportunidades de empleo. Solo para Colombia, se presume la creación de 500.000 hecho importante, pues serán 500 mil colombianos menos que no estarán buscando empleo.
No se puede pretender que el TLC, Colombia-EEUU, sea igual a algunos celebrados en la región como Perú-EEUU ó México-EEUU; puesto que las condiciones no son las mismas, por ejemplo México es un país muchos más grande y más desarrollado que Colombia, además de su cercanía con Estados Unidos y Perú quizás es muy compatible con Colombia, pero la diferencia radica por ejemplo en los problemas internos que tiene que librar Colombia como el tema de Narcotráfico y los grupos al margen de la ley. Hechos que generan un escenario totalmente diferente porque podrían tornar el desarrollo del TLC, con escenas como los conflictos que aun se ven en Colombia. Sin embargo los actores en busca de una economía sana para este país podrían desenvolverse perfectamente bajo la dirección escénica de una cooperación regional; es decir que la unión de la región bananera, de los caficultores o de los floricultores, entre otros conlleva a enfrentar un TLC, en el cual muchos creen que estamos en desventaja con mayor poderío y aplicar un dicho popular “la unión hace la fuerza”. No se pude pretender quedarse en lamentaciones y nada más, sino que este país debe preparase con la tecnificación y desarrollo de todos los procesos productivos.
Por ejemplo la tecnificación del agro y la creación de centros de capacitación para formar día a día a los actores de los TLC´S. Esta unión regional o por sectores sin lugar a duda opacarían las escenas de violencia y dolor que han vivido los colombianos y convertirían este territorio en una nación prospera donde lo que impera son las ganas de salir adelante a través de mecanismos que no son propios de la guerra o de las criticas continuas a los nuevos escenarios económicos globales.
El TLC, se convierte a partir de este momento en el motor de la economía colombiana registrando así mayor inversión extranjera, mayores oportunidades de negocio y lo más importante confianza en nuestro país; que bien manejada se convierte en el camino para el desarrollo del país suramericano bañado por dos mares, con lugares hermosos para el desarrollo del turismo y en general un país privilegiado con muchas oportunidades, y del cual sus gobernantes deben procurar el bienestar de la población. Lema de J. Santos “PROSPERIDAD PARA TODOS”.
¿Cómo debe afrontar Colombia el tema de la globalización y los tratados de libre comercio?
Pues bien, es una pregunta que tiene muchas respuestas positivas para este país. Una de las cosas que debe solucionar de fondo es la guerra, a la cual se le destinan demasiados recursos y otro punto importante es la corrupción, pues si bien hay muchos gobernantes correctos, hay también quienes buscan la debacle de una nación, que a causa de robos a los recursos públicos lo que genera es una desconfianza en el país.
Solucionados estos dos puntos, la manera de afrontar la globalización en la cual están inmersos los tratados de libre comercio, es la búsqueda de la explotación de todos los recursos, (naturales, físicos, humanos, etc.) de forma responsable. Todos los dineros recuperados de la guerra y de la corrupción deberán ayudar el desarrollo tecnológico para su posterior aplicación en los diferentes sectores productivos de la economía colombiana; es decir que lo que debe hacer diseñar fuertes políticas para el desarrollo del agro, del desarrollo del sector industrial, del turismo y los servicios. Todas estas políticas lo que harán es incentivar a las personas de todos esto sectores a trabajar para ofrecer productos de alta calidad, siendo más eficientes y así lograr estar a la altura de los países con los cuales se han firmado acuerdos comerciales.
Como conclusión se puede decir que en Colombia, si hay con que competir en un mundo globalizado, lo que pasa es que en una nación donde la falta de iniciativas, de asociaciones, de trabajo en grupo y verdaderos empresarios que no le teman a mostrarse al mundo, solo falta sacar el ese espíritu colombiano que permita que todos sean forjadores de una nación justa y mejor: “De Colombia para el mundo”.
Los recursos y los productos de ésta región son tan diversos y variados que su venta al resto del mundo traería el desarrollo de la región por completo.
En el caso colombiano, tenemos una esperanza y con el TLC firmado con los Estados Unidos, uno de los acuerdos más ambicioso de los que sean firmado hasta el momento. El cual fue una realidad a partir del 15 de mayo del año pasado, con una perspectiva del crecimiento económico del país, que tendrá un auge que conlleve al fortalecimiento de las oportunidades de empleo. Solo para Colombia, se presume la creación de 500.000 hecho importante, pues serán 500 mil colombianos menos que no estarán buscando empleo.
No se puede pretender que el TLC, Colombia-EEUU, sea igual a algunos celebrados en la región como Perú-EEUU ó México-EEUU; puesto que las condiciones no son las mismas, por ejemplo México es un país muchos más grande y más desarrollado que Colombia, además de su cercanía con Estados Unidos y Perú quizás es muy compatible con Colombia, pero la diferencia radica por ejemplo en los problemas internos que tiene que librar Colombia como el tema de Narcotráfico y los grupos al margen de la ley. Hechos que generan un escenario totalmente diferente porque podrían tornar el desarrollo del TLC, con escenas como los conflictos que aun se ven en Colombia. Sin embargo los actores en busca de una economía sana para este país podrían desenvolverse perfectamente bajo la dirección escénica de una cooperación regional; es decir que la unión de la región bananera, de los caficultores o de los floricultores, entre otros conlleva a enfrentar un TLC, en el cual muchos creen que estamos en desventaja con mayor poderío y aplicar un dicho popular “la unión hace la fuerza”. No se pude pretender quedarse en lamentaciones y nada más, sino que este país debe preparase con la tecnificación y desarrollo de todos los procesos productivos.
Por ejemplo la tecnificación del agro y la creación de centros de capacitación para formar día a día a los actores de los TLC´S. Esta unión regional o por sectores sin lugar a duda opacarían las escenas de violencia y dolor que han vivido los colombianos y convertirían este territorio en una nación prospera donde lo que impera son las ganas de salir adelante a través de mecanismos que no son propios de la guerra o de las criticas continuas a los nuevos escenarios económicos globales.
El TLC, se convierte a partir de este momento en el motor de la economía colombiana registrando así mayor inversión extranjera, mayores oportunidades de negocio y lo más importante confianza en nuestro país; que bien manejada se convierte en el camino para el desarrollo del país suramericano bañado por dos mares, con lugares hermosos para el desarrollo del turismo y en general un país privilegiado con muchas oportunidades, y del cual sus gobernantes deben procurar el bienestar de la población. Lema de J. Santos “PROSPERIDAD PARA TODOS”.
¿Cómo debe afrontar Colombia el tema de la globalización y los tratados de libre comercio?
Pues bien, es una pregunta que tiene muchas respuestas positivas para este país. Una de las cosas que debe solucionar de fondo es la guerra, a la cual se le destinan demasiados recursos y otro punto importante es la corrupción, pues si bien hay muchos gobernantes correctos, hay también quienes buscan la debacle de una nación, que a causa de robos a los recursos públicos lo que genera es una desconfianza en el país.
Solucionados estos dos puntos, la manera de afrontar la globalización en la cual están inmersos los tratados de libre comercio, es la búsqueda de la explotación de todos los recursos, (naturales, físicos, humanos, etc.) de forma responsable. Todos los dineros recuperados de la guerra y de la corrupción deberán ayudar el desarrollo tecnológico para su posterior aplicación en los diferentes sectores productivos de la economía colombiana; es decir que lo que debe hacer diseñar fuertes políticas para el desarrollo del agro, del desarrollo del sector industrial, del turismo y los servicios. Todas estas políticas lo que harán es incentivar a las personas de todos esto sectores a trabajar para ofrecer productos de alta calidad, siendo más eficientes y así lograr estar a la altura de los países con los cuales se han firmado acuerdos comerciales.
Como conclusión se puede decir que en Colombia, si hay con que competir en un mundo globalizado, lo que pasa es que en una nación donde la falta de iniciativas, de asociaciones, de trabajo en grupo y verdaderos empresarios que no le teman a mostrarse al mundo, solo falta sacar el ese espíritu colombiano que permita que todos sean forjadores de una nación justa y mejor: “De Colombia para el mundo”.
Siendo pues Colombia, un nuevo escenario, donde los actores son todos habitantes de este país y la dirección escénica este a cargo de los que desean que la economía y Colombia sean ejemplo de superación, lo que hay que hacer es luchar, luchar y luchar.
Esto es una buen punto de vista cerca de la Globalización!!
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